
116 I ANTEC Revista Peruana de Investigación Musical
agencia de los actores individuales que históricamente han abordado temas relacionados
con la música tecnologizada en el Perú” (p. 18). En otras palabras, el análisis de las acciones
de actores individuales frente a estructuras de poder demuestra la existencia de un modelo
de pensamiento que controla dichas acciones.
El segundo capítulo hace una revisión crítica de la literatura relacionada a la historia de la
música y de la música electrónica en el Perú, y describe la escasez de fuentes y los sesgos
ideológicos que pueden explicarla. Al respecto, se comenta “las condiciones relacionadas
con estas deciencias en la documentación de la música electrónica han sido motivadas
ideológica y políticamente, ya sea consciente o inconscientemente” (p. 29).
El tercer capítulo aborda el papel de la ideología en la construcción del concepto de lo que es
la música peruana. Para ello, describe las tensiones que surgen entre los mitos nacionalistas
y el desarrollo de la experimentación electrónica, a la que no se concede un espacio en el
discurso del establishment sobre la identidad peruana.
El cuarto capítulo habla de los inicios de la música electrónica en el Perú, principalmente
en referencia a compositores como César Bolaños y Édgar Valcárcel, dando cuenta de sus
aportes, pero cuestionando también los mitos que se han construido alrededor de ambas
guras a través de los años.
El quinto capítulo habla de la diáspora electrónica peruana: un grupo de artistas que se
ve obligado, frente a la falta de oportunidades locales, a emigrar al extranjero para poder
desarrollarse en el terreno de la música electrónica. Este capítulo recoge el trabajo de los
más importantes representantes de la diáspora, con una omisión: el caso de Juan Gonzalo
Arroyo. Arroyo ha desarrollado una carrera notable como compositor en Europa, y una
porción importante de su producción consiste en música electroacústica. Sería conveniente
incluirlo en este capítulo en una edición posterior.
El sexto capítulo aborda las circunstancias que hicieron posible la presencia o ausencia
de contenidos relacionados a la música electrónica en los programas de estudio de las
instituciones de formación musical profesional en el Perú.
En el séptimo capítulo se habla de un debate público, en forma de artículos escritos por
Américo Valencia y Roberto Miro Quesada, al respecto del uso de elementos peruanos en
la música electrónica. Este debate es de particular importancia, según López (2022), porque
“si, en otros casos, la información está velada y es necesario un escrutinio interpretativo para
interconectar y revelar un posicionamiento político especíco hacia la música electrónica;
estos artículos expresan nuestros problemas para ‘adoptar’ la música electrónica de manera
transparente y directa” (p. 15).
El capítulo ocho habla del desarrollo paralelo que tiene la música electrónica en el campo
de la música popular en el Perú en la década del 2000, como resultado del desarrollo de
Lima, julio de 2022, 6(1), pp. 115-117