
124 I ANTEC Revista Peruana de Investigación Musical
Lima, diciembre de 2022, 6(2), pp.122-137
los estudiantes y docentes de clarinete bajo, sino que podría ser un antecedente
para que se establezca este recurso vocal en otros instrumentos de viento madera
y metal. Para la investigación, se ha realizado una revisión bibliográfica detallada
acerca de las características estructurales, registro y repertorio del clarinete bajo.
1. EL CLARINETE BAJO
Pertenece a la familia de viento madera, encontrándose una octava inferior a
comparación del clarinete soprano (Rodríguez, 2015). Es un instrumento aerófono,
de lengüeta simple, que tuvo su origen entre 1730 y 1750 (Bok, 2011).
1.1. Origen y desarrollo histórico
Uno de los primeros instrumentos se hallaba en Berlín, pero se perdió en 1945 con
la Segunda Guerra Mundial (Sparnaay, 2011). Tenía una sola llave y era considerado
más antiguo que el clarinete bajo de Bruselas, dado que este último tenía tres llaves
(Bok, 2001). Una, la más larga, servía para producir el mi grave (meñique de la mano
izquierda), otra llave estaba destinada para el pulgar y una más, para el índice de la
mano izquierda, para tocar el si bemol (Lewis, 1972). Llevaba una boquilla pequeña,
un tudel con la forma del que emplea el fagot, pero algo más ancho, y una campana
(Sparnaay, 2011). Su mala sonoridad se debía a una incorrecta proporción de la
perforación (Heim, 1981).
En el museo suizo de Lugano se encuentra un tercer ejemplar de ese periodo (Stein,
1958). Al estar equipado con más llaves, es de suponer que se trate de uno construido
a finales del siglo XVIII (Sparnaay, 2011). Este instrumento se diferencia del anterior
por la inclinación de su campana hacia abajo. En el L’Avant Coureur publicado en
París, apareció un artículo el 11 de mayo de 1772 sobre el Basse-tube de Gilles Lot,
elogiándolo: “Este instrumento, en manos de un músico capaz, no puede dejar de
producir un buen efecto, y debe obtener la aprobación del público si se escucha
solo o en la orquesta” (Sunshine, 2009). Su sonido se consideraba espléndido y se
le presagiaba un gran futuro, hecho que sucede en la actualidad.
En 1793 se creó el Klarinetten – Bass de Johann Heinrich Grenser (1764 – 1813), un
modelo muy parecido al fagot, con tres octavas y afinación relativamente buena
(Bok, 2011). En años posteriores, diferentes modelos tipo fagot fueron fabricados
por Carl August Grenser (1720 – 1807) y Martin Lemp (Viena), así como por Dumas
de Sommiéres, que construyó en 1807 su Basse guerrir, un instrumento provisto de
13 llaves, que fue tocado por el famoso clarinetista Isaac Dacosta (Sparnaay, 2011).
Destaca de este modelo su sonido fuerte y compacto, pero a la vez suave. Siendo
catalogado además como un instrumento virtuoso dado que Dacosta lo tocó con
tanta facilidad y rapidez como si se tratara de un clarinete soprano (Sunshine, 2009).
Para 1807 apareció el modelo de Desfontenelles de Liseux, equipado con un re grave;