Korina Grelly Irrazabal Laos «Este es el rock de los incas»... I 73
Lima, diciembre de 2021, 5(2), pp. 65-81
llamada fuga que contrasta, a nivel métrico, rítmico-melódico y de tempo, con anteriores
secciones de la canción. Este empleo de la forma del huayno señala el sentido andino
conferido por Uchpa al rock, debido a que existe una práctica culturalmente instituida en la
identidad andina local en cuanto a este género musical, como refiere Carlos Huamán (2006):
«el huayno como parte de la tradición oral y la memoria colectiva está constituido como un
referente importante en la configuración de la identidad andina local o regional» (p. 93).
Además, Mendívil (2010), refiriéndose al rol que tuvo José María Arguedas en la difusión de la
práctica del huayno en tanto expresión ancestral y nacional, señala que:
Arguedas vio en el huayno una metáfora de su ideal de nación, sentándolo como emblema
del mestizaje cultural peruano, más con predominancia de lo andino sobre lo hispánico. En
ese sentido, el huayno dejó de ser algo «primitivo» para la intelectualidad y devino
portador de un mensaje ancestral y reivindicativo de la cultura andina (p. 39).
De esta manera, el huayno, convertido en emblema de la cultura peruana, es signado como el
género musical portador de una ancestralidad andina en la que la banda Uchpa suscribe su
música a través del uso de elementos compositivos propios de dicho género.
2.2. Al beat de la herranza: referente de lo festivo-rural
La herranza es una festividad representativa de las regiones que conforman el trapecio andino:
Ayacucho, Apurímac y Huancavelica. Se realiza entre los meses de abril y agosto para la
marcación del ganado familiar y comunal. En ella se ejecuta la música denominada toril o turil,
que se caracteriza por el uso de instrumentos aborígenes: la tinya y el waqrapuco (Instituto
Nacional de Cultura, 2005, p. 171), y en algunas localidades se incluye el uso de arpa y violín
(Ulfe, 2004, p. 52). Esta actividad, en la que se acompaña el trabajo comunitario o familiar con
cantos, música y baile, permite atenuar la exigencia física que demandan las labores agrarias
(Rivera, 2019, p. 11).
Es importante señalar que el waqrapuco, aerófono fabricado de cuernos de vacuno y tiras de
caucho, en su contexto ritualizado es empleado a dúo, conformado por dos instrumentos
construidos con el enroscado en sentido opuesto el uno con el otro. Sobre esta condición dual,
Fredy Ortiz manifiesta que:
El waqrapucu son los cuernos de toro y de vaca. El de vaca [tiene un sonido] más grave; y
el de toro, más agudo. De tal manera que tienen que ser [ejecutados a] dúo, siempre a
dúo. […] [En] las corridas de toros, en el campo, siempre se usan dos waqrapucus (citado
en TVPerú, 2019, 38m27s).
En este relato de Ortiz, se evidencia su interés por conservar esta condición dual de la música
tradicional del toril. Por otra parte, la sonoridad de la tinya, membranófono con cuero de tipo
tambor, también está presente en Allinchacusaq. En la introducción de la canción se hace uso
dual de este aerófono y es ejecutado al ritmo de la batería, como se ve en la siguiente
transcripción: