La música en las fiestas de Navidad en
Huanta, Ayacucho: tonadas y danza de tijeras
Music at Christmas parties in Huanta, Ayacucho:
tunes and scissors dance
Yins Ever Coronado Capcha
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Universidad Nacional de Música yinsever.coca.arpa@gmail.com
Este trabajo está basado en mi vivencia como músico, cultor e investigador de las prácticas
musicales de la tradición navideña de los distintos pueblos en la provincia de Huanta,
Ayacucho. Se abordan múltiples aspectos culturales: significado, mensaje, motivos de práctica,
sonoridades musicales, historia, vestimentas y todo lo que conlleva la herencia cultural de
estas fiestas que, arraigadas al corazón del pueblo, experimentan cambios significativos y, a la
vez, conservan sus formas en la tradición.
1. La tradición navideña en Huanta: celebración y confrontación musical
La fiesta de la Navidad, en los pueblos de Huanta, promueve diversas prácticas musicales y
artísticas para celebrar el nacimiento del Niño Jesús. Estas se realizan con gran fervor religioso,
lideradas por el karguyuq o mayordomo (familia que organiza la fiesta), y cuentan con la
participación de músicos, danzantes de tijeras, payas, machos y toda la población local durante
tres días, con diferentes formas de expresión.
Las tres partes o momentos de la fiesta corresponden a cada día. El primer día, se bailan
únicamente tonadas navideñas realizando rondas y zapateos, ejecutando sonajas, canto, arpa
y violín; el segundo día, se incluye la danza de las tijeras; y el tercero, continúa la danza con la
incorporación de pruebas de valor entre los danzarines, quienes emplean sus respectivas
músicas y tonadas. Ese mismo día, se lleva a cabo también la quema de las azucenas con sus
correspondientes músicas y tonadas. Al finalizar cada uno de los momentos de la fiesta, se
baila al ritmo de géneros musicales populares, como el huayno, el carnaval, entre otros, en la
casa del karguyuq.
Además del motivo principal de esta fiesta, que es la adoración al Niño Jesús, un motivo
complementario es la realización del qapinakuy o confrontación entre danzantes y entre
payas, que se desarrolla en la puerta de la iglesia. En esta práctica, cada grupo de danzantes
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. Egresado de la especialidad de Arpa de la Universidad Nacional de Música. Ha participado en la
Orquesta Sinfónica Nacional e integrado la Orquesta Sinfónica Juvenil Bicentenario. Desde temprana edad
es cultor e intérprete del arpa andina por tradición familiar. Como investigador se dedica a la recopilación,
historia y transcripción de las músicas tradicionales de Ayacucho.
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y músicos intenta imponer su habilidad tocando y danzando. El momento más resaltante de
la fiesta es el tercer día, en el cual los danzantes desbordan su fuerza corporal, dominio
mental, resistencia al dolor, valentía, valor, agilidad, fortaleza y entrega al espíritu de la
competencia y confrontación. En ocasiones, estas pruebas de valor también se llevan a cabo
entre payas y entre machos.
La intención de destacar durante la competencia también se manifiesta en aspectos de la
música, tales como el mejor sonido de los instrumentos musicales, el mayor repertorio de
tonadas entre los músicos, el buen acompasamiento del zapateo entre danzantes y entre
payas, el mejor sonido de zapatos y suelas, el color más llamativo de la vestimenta, entre otros
aspectos que son determinados por los espectadores del qapinakuy mediante la fuerza de sus
aplausos.
En la dinámica de la fiesta, los karguyuq son los actores fundamentales, ya que tienen la
responsabilidad de organizar y sustentar las diferentes actividades de esta tradición. Son
generalmente pobladores del lugar o coterráneos residentes en otros lugares del país o en el
extranjero, que retornan para la fiesta. Ellos contratan al grupo de músicos, danzantes y payas,
y además atienden a la población participante con esmero y pomposidad.
2. El grupo artístico, sus personajes y roles sociales
En la celebración de la fiesta, se denomina grupo a todo el conjunto de artistas y personajes
que participan con roles específicos (Figura 1). El grupo está conformado por los siguientes
integrantes:
Figura 1. Grupo artístico conformado por dos danzantes, cuatro payas y dos músicos, en la celebración
navideña de Huanta (2018). Fuente: Fotografía propia.
• Músicos: Un arpista y un violinista, quienes deben conocer las distintas melodías o
tonadas específicas para cada día, las cuales los danzantes de tijeras y las payas bailarán
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en la fiesta y en la competencia de habilidades. La vestimenta que lucen para actuar, por
lo general, es ropa típica del lugar de procedencia, que consiste, básicamente, en un
sombrero, poncho o ponchito de lana y chalina.
• Danzantes de tijeras: Dos danzantes que bailan y, al mismo tiempo, tocan el instrumento
idiófono llamado tijeras; en otras músicas, tocan la sonaja al ritmo del arpa y el violín. Los
danzantes utilizan también zapatos con planta de suela para producir sonidos percutidos
que permiten zapatear las tonadas en la víspera navideña. En algunos casos, los danzantes
son también cantores y, cuando termina la danza, animan la fiesta cantando otros géneros
musicales. El vestuario de los danzantes es complejo, consiste en zapatillas con cintas de
colores, huatanas, medias negras, pantalones coloridos y con figuras bordadas, faja,
pechera, casaquilla, poncho, montera, guantes coloridos y dos pañuelos. Estas prendas
son predominantemente de colores relucientes, con diseños y adornos llamativos y
originales de cada danzante.
• Payas: Cuatro mujeres bailarinas que se encargan además de cantar colectivamente los
versos de las distintas tonadas según el día festivo, con el acompañamiento del arpa y el
violín. Al igual que los danzantes, producen sonidos percutidos con los zapatos en todas
las músicas que participan; de esa manera, el zapateo forma parte de la música (Figura 2).
Como vestuario, utilizan una blusa blanca, fustán, sombrero negro, bata, pañuelos y
zapatos de cuero. A diferencia de los danzantes, los vestuarios de las payas no son de
colores relucientes y con diseños particulares, sino homogéneos en color. Sin embargo,
de acuerdo a su tradición, cambian de vestimenta cada día de la fiesta para dar variedad
a su forma de lucir.
• Machos: Son humoristas enmascarados que bailan libremente, cantan, zapatean y hablan
con voces fingidas, teatralizando la imitación a los danzantes de tijeras, a las payas y a los
músicos (Figura 3). El rol que cumplen los machos en el ambiente festivo es el de causar
gracia, bromear y hacer reír a los asistentes y partícipes. Su vestuario consiste en una
máscara que denota burla y una ropa con aplicaciones y remiendos que ellos mismos
confeccionan, con improvisadas formas y contrastantes colores.
Figura 2. Paya en el ruedo del Qapinakuy, en competencia de baile. Fuente: Fotografía propia.
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Figura 3. Dos machos o personajes humorísticos.
Fuente: Fotografía propia.
3. Espacio y tiempo de la práctica
La celebración navideña con tonadas y danza de
tijeras se practica en las localidades de Villa
Florida, Macachacra, Chihua, Pantacc,
Huamanguilla, Maynay y otras
pertenecientes a la provincia de
Huanta, en la región Ayacucho, durante
los días 24, 25 y 26 de diciembre.
Algunos años atrás, su duración era
hasta la mitad del día 27, en el cual se
realizaba el uma qampi o acto de curar
la cabeza y el abio o despedida de
agradecimiento a los músicos, los danzantes, las payas, los machos y otros miembros de la
familia del karguyuq por su compañía durante la fiesta.
Al ser una fiesta popular religiosa-católica, se venera simbólicamente al Niño Jesús. Existen dos
estatuillas del Niño en el pueblo, las cuales son llevadas a la iglesia el 24 de diciembre para la
víspera de Nochebuena y son bendecidas por el sacerdote el 25 de diciembre en la misa de
Navidad. Después, junto con el grupo de música y danza (Figura 4), los karguyuq invitan al
pueblo a continuar con la celebración.
Figura 4. Payas y músico arpista antes de la celebración de la misa. Fuente: Fotografía propia.
4. Raíces culturales en el qapinakuy
Si bien la Navidad es una celebración que llegó con la colonia, la competencia musical del
qapinakuy, que se realiza desde el 24 de diciembre, es una práctica que existía con
anterioridad, la cual se habría adaptado al mundo religioso hispano. Sobrevivió entonces a
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través del tiempo, pues los conquistadores prohibieron todo tipo de prácticas que no se
ajustasen a la veneración de la divinidad impuesta por ellos. Como lo mencionan distintas
fuentes históricas, estos cambios significativos o reemplazos de objetos, cultos y prácticas se
dieron en diferentes aspectos culturales.
En la práctica local, no se tienen referencias claras sobre la llegada de las tonadas y de las
danzas de payas y de tijeras, las cuales debieron ser formas musicales instaladas en el periodo
colonial o republicano. Sin embargo, los primeros instrumentos musicales empleados para
celebrar en las fiestas del nacimiento del Niño Jesús, en el contexto no eclesiástico, debieron
ser instrumentos aerófonos y de percusión del ámbito local o indígena; por ejemplo, el pito de
caña y el tambor, que gradualmente serían reemplazados por instrumentos llegados de
Occidente, como el arpa y el violín. Mientras estos instrumentos se arraigaban en la tradición,
comenzarían a surgir fabricantes locales que emplearon materiales propios de la zona.
Los músicos y pobladores locales de Huanta, que bordean los 70 años, recuerdan que cuando
fueron niños, a mediados del siglo xx, observaban que estas prácticas tradicionales se
desarrollaban de manera festiva, significativamente religiosa y con gran participación de la
población. En ese contexto, se garantizaba la conservación de prácticas musicales, danzas,
vestimentas y personajes típicos de la celebración navideña hasta la actualidad, elementos
que están experimentando cambios en el siglo xxi.
5. Violín, arpa, tijeras, voces, sonajas y zapatos: sus roles sonoro-musicales
En Huanta, la sonoridad producida por el arpa y el violín es la base para el uso de otros
instrumentos musicales, como las tijeras, las sonajas y los zapatos de suela. Una descripción
de los roles sonoro-musicales que cumplen estos instrumentos en las músicas de la tonada
navideña y la danza de tijeras es la siguiente:
• El violín lleva la melodía principal de las distintas tonadas y define los motivos musicales
según los días de la fiesta En tiempos antiguos, tenía una significación masculina, ya que
generalmente tomaba la iniciativa, organizaba la forma musical y era el instrumento del
cual todos los otros dependían. En estas músicas, se emplea el violín estándar de 4/4, con
cuatro cuerdas de metal, así como el arco estándar.
• El arpa se encarga de la parte armónica o la textura polifónica de estas músicas. Su
ejecución consiste en duplicar armónicamente las melodías tocadas en el violín y seguir
con los bajos la línea melódica mientras ejecuta patrones rítmicos propios de los
diferentes géneros musicales. A diferencia del violín, el arpa estaba asociada a la figura
femenina, pues casi siempre dependía de la melodía de este. En su variante huantina
tiene, por lo general, 36 cuerdas de nailon liso, transparentes y negras, mientras que en
los bajos o bordones las cuerdas son entorchadas y de colores distintos. En la antigüedad,
las cuerdas aplicadas al arpa eran enteramente de tripa de res. Para su mayor sonoridad
en campo abierto, posee una caja de resonancia grande.
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• Las voces femeninas de la tonada navideña están a cargo de las cuatro mujeres payas, su
repertorio consiste en cantos al Niño Jesús, que interpretan junto al violín y el arpa.
Además de cantar, las payas también compiten danzando entre sí y con el grupo contrario,
intensificando sus movimientos corporales y zapateando al ritmo muy marcado de la
música. Las payas elaboran las azucenas, hechas normalmente de papeles coloridos, a las
que dan distintas formas para luego colocarlas en un pequeño palo con ramas. La quema
de este objeto (azucena) se realiza el último día de la fiesta, tradición a la que se denomina
caramuza.
• Las tijeras es un instrumento idiófono de entrechoque constituido por dos piezas sueltas
y complementarias, macho y hembra, conformando una tijera (Figura 5). Están hechas
enteramente de metal y son sujetadas por el músico con la mano derecha en sentido
horizontal para producir el entrechoque al ejecutar movimientos de la muñeca (Figura 6).
Este instrumento es ejecutado por los danzantes de tijeras mientras danzan al ritmo de la
música del arpa y el violín, su sonido es vibrante y agudo y su toque consiste en llevar no
solo el compás, sino marcar el patrón rítmico específico de cada género musical y ejecutar
rudimentos rítmicos de gran complejidad, con sonoridades específicas que se obtienen a
través de diferentes técnicas de sacudimiento y de accionamiento de los dedos, según lo
requiera la música. Para el dominio técnico de las tijeras, es muy importante la utilización
de guantes de lana que son tejidos a mano para cada danzante. Existen diferencia entre
las tijeras de Ayacucho y las tijeras de Huancavelica, los danzantes de la provincia
ayacuchana de Huanta emplean generalmente las tijeras de Huancavelica debido a su
mayor accesibilidad y cercanía geo-territorial.
Figura 5. Tijeras de danzante estilo de
Huancavelica, empleada por los danzantes
de Huanta, Ayacucho. Fuente: Roberto
Flores.
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Figura 6. Sujeción de las tijeras estilo de
Ayacucho. Fuente: Mapa de los
instrumentos musicales de uso popular en
el Perú, INC (1978, p. 31).
• La sonaja es un instrumento
idiófono tocado por los danzantes de
tijeras en la víspera de la fiesta
navideña y en momentos en que el
grupo interpreta cantos al Niño Jesús.
Este instrumento musical también lo
tocan los personajes llamados machos cuando, ocasionalmente, se integran al grupo de
músicos. Está construido con un marco de madera con dos orificios que sujetan pequeñas
láminas circulares o cuadradas de metal (Figura 7). Los machos usan sonajas
rudimentarias hechas con chapas aplanadas de bebida o cerveza, engarzadas en una
varilla que cruza un palo con forma de Y.
Figura 7. Sonaja de madera decorada, con dos orificios de
entrechoque. Instrumento idiófono para acompañar el canto
de tonadas navideñas de Huanta. Fuente: Fotografía propia.
• Los zapatos pueden ser considerados un instrumento musical, pues con ellos se producen
los sonidos percutido y friccionado que son sustanciales en las tonadas navideñas. El
zapateo como acción musical es ejecutado por los danzantes y las payas a manera de
diálogos con el arpa y el violín en las tonadas denominadas chasqueos (Anexo 1), esto
entre cada uno de los grupos. Para la buena proyección del sonido, los danzantes —
además de elegir un tipo específico de zapatos para esta actividad— incorporan suelas de
cuero duro en la planta.
6. Otras características de la expresión musical
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La base instrumental de la tonada navideña y de la danza de tijeras es la dupla violín-arpa,
sobre la cual, las voces femeninas y los instrumentos idiófonos complementan la textura
armónica y rítmica del sonido musical del grupo. En esta textura, un timbre característico, que
otorga identidad propia a la música navideña, es el sonido acampanado de las tijeras, en la
danza de tijeras, o el sonido opaco y denso de las sonajas; es decir, los sonidos producidos por
idiófonos de metal, que suenan por entrechoque, son los que brindan un ambiente de alegría
y celebración a estas prácticas musicales.
Las tonadas navideñas pueden estar en compás de 2/4, 4/4, 3/8, 6/8 o 12/8, y en las
tonalidades de mi menor, la menor, sol mayor o re mayor. La altura o pitch general de
afinación del arpa y violín varía entre 440 Hz y 443 Hz, o en algunos casos es más aguda. Los
músicos antiguos aún emplean la afinación no temperada en simpatía entre el arpa y el violín,
así como utilizan la escordatura en algunas cuerdas de sus instrumentos con el fin de lograr un
timbre y sonoridad especial.
Cada tonada dura entre cuarenta segundos y un minuto y medio, pues se trata de motivos
breves que, de acuerdo al día festivo, varían en su duración, forma y perfil melódico. El
momento más importante de la víspera es cuando el reloj marca las 24:00 horas, y las payas
cantan las tonadas de adoración al Niño Jesús, acompañadas por todo el grupo instrumental.
Estos cantos están tradicionalmente en la tonalidad de la menor y concluyen con zapateos
bailados en ronda.
La danza de tijeras es de tempo más ágil, en un rango de 120 a 180 BPM, y se pone en práctica
el segundo día de la fiesta. Sus diferentes movimientos circundan las tonalidades de sol mayor
y mi menor, y son los siguientes: ensayo, sara iskuy, contradanza, tuco, wañuy unquy, golpes,
agua nieve, cholada (Anexo 2), diana, chasqueo y wichqa.
Conclusiones
• La práctica musical en las fiestas de Navidad en Huanta es una actividad culturalmente
significativa por la permanencia de importantes expresiones o géneros musicales, como
la tonada navideña y la danza de tijeras con toda su gama de movimientos, y el uso de
instrumentos musicales tradicionales, los cuales conforman un cuerpo sonoro armónico,
característico de la localidad y asumido por los pobladores como una expresión musical
de alegría y mucha religiosidad hacia el Niño Jesús.
• La práctica musical de la tonada navideña y la danza de tijeras adquiere distintas
significancias culturales no solo en cuanto a lo festivo y al goce estético musical y visual,
sino también —más allá de su dimensión religiosa— en la práctica y afirmación de valores
sociales y comunitarios como principal efecto de la música en la sociedad.
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Anexos
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