Antec: Revista Peruana De Investigación Musical

Lima, diciembre de 2024, 8(2), pp. 17-23

El Himno conmemorativo del centenario de la batalla de Ayacucho de Severino Sedó

Aurelio Tello Malpartida

Pontificia Universidad Católica del Perú | Universidad Nacional de Música

Lima, Perú

aureliotell@gmail.com

ORCID logo https://orcid.org/0000-0002-7974-7101

El 9 de diciembre de 1924, el entonces presidente de la República del Perú, Augusto B. Leguía, realizó una ceremonia en la que conmemoró los cien años de la Batalla de Ayacucho donde se selló la Independencia del Perú y de parte de América del Sur. En esa ocasión, se entonó un himno que no ha tenido más trascendencia que el breve instante en que sonó como preludio del discurso presidencial. Su autor fue un músico emigrado al Perú desde su natal Cataluña, maestro en diversos centros educativos, creador de obras escénicas y compositor de marchas escolares o militares. Se llamaba Severino Sedó.

Coincidiendo con las celebraciones que impregnaban en la memoria de los peruanos el significativo acontecimiento llevado a cabo en las faldas del Condorcunca, el abogado y político Pío Max Medina Cárdenas (1924) publicó un pequeño trabajo que tituló Ayacucho, Homenaje a la magna empresa de la participación política, en el centenario de la batalla del 9 de diciembre de 1824. En él, incluyó el texto de un himno, nacido de la pluma de Severino Sedó, que se entonó, con música de él mismo, en la ceremonia central que organizó el gobierno de Leguía.

Sedó había nacido en la ciudad de Reus, Cataluña, el 8 de enero de 1883. Fueron sus padres José Sedó Dermich y Josefa Gavaldá (Geneanet, https://gw.geneanet.org/joseluisbo?lang=en&n=sedo&p=severino). Recibió educación de seminarista en su adolescencia, pero dejó los claustros conventuales para dedicarse a la música. Llegó al Perú a comienzos de 1900. Quizá debido a su formación religiosa y a su dominio del piano, no le fue difícil entrar en contacto con diversas iglesias en las que sirvió como músico, llegando a ser maestro de capilla del templo de La Merced (El Peruano, jueves 16 de noviembre de 1950, p. 1). Contrajo matrimonio el 27 de abril de 1906 con María Angélica González del Valle Villarreal, con quien tuvo tres hijos: Juan, Pilar y Angélica. En 1912 ingresó como profesor de música al colegio Guadalupe, que pocos años antes había ocupado su nuevo local en la Alameda de la Circunvalación, rebautizada años después como Alfonso Ugarte (Valdez Lezama, 2012, p. 334). Fue autor de obras escénicas –la opereta El príncipe de la moda (1923), muy bien recibida por la crítica–, varias marchas e himnos institucionales –Himno del Colegio de La Merced (1917), Himno del Marinero (1928) mientras era maestro de música en la Escuela Naval, la Marcha Guadalupana (1930)–. Por su larga labor docente recibió las Palmas Magisteriales. Josué Valdez Lezama lo describe así:

La pasión por la música lleva a este noble educador catalán a escribir la letra y música de los himnos y marchas de diferentes instituciones como el Colegio Nuestra Señora de la Merced, Inmaculada, la antigua Escuela de Educación Física de la Universidad Nacional de San Marcos, así como los himnos de la Sanidad del Ejército y del Marinero. Sedó también fue profesor en el colegio Leoncio Prado y uno de los maestros de la Orquesta Sinfónica Nacional. Enseñó en el colegio Guadalupe hasta 1950... A los 92 años, el 12 de julio de 1975, el maestro Sedó pasó a formar parte de la historia. (Valdez Lezama, 2012, p. 335).

En relación al Himno del Bicentenario de la Batalla de Ayacucho, en el blog Artistas en el Perú de José Carlos Serván Meza (2011), se incluye un comentario:

Don Severino Sedó y Gavaldá Nació en Reus y con orgullo decia ...Soy un Catalan de Cataluña. La Promoción Guadalupana de 1915 le rindió homenaje entregándole un cuadro decorado por un artista cuyo contenido tiene la firma de dichos Alumnos. Yo, Alberto Salinas Sedó como nieto, conservo dicha obra y la Partitura que ganó el premio del concurso de primer Himno conmemorativo denominado "Primer Centenario de Ayacucho", la cual el presidente Leguía dispuso que se iniciaran las Fiestas del Centenario, y la Banda Militar rindiera homenaje a la inauguración de la Plaza San Martin, Plaza Grau y el Estadio Nacional con un hermoso coro de más de 300 alumnos. (Serván Meza, 2011)

Es decir, Severino Sedó participó en un concurso convocado por el gobierno peruano para la conmemoración del Centenario de la Batalla de Ayacucho. La portada de la partitura para voces y piano ofrece abundante información:

Al Sr. Director del Colegio Nacional de Ntra Sra de Guadalupe / Capitán de Fragata Dr. José Gálvez. / S. Sedó. / Himno Conmemorativo del / Centenario de Ayacucho / para coros a 4 voces mixtas / y banda militar. / Reducción para piano y canto a dos voces / “Con este Himno se iniciarán las Fiestas del Centenario”, palabras del Presidente de la República Señor Augusto B. / Leguía al escuchar el último acorde.

En aras de guardar la memoria de tan extraordinaria gesta y de evocar algunas de las sonoridades que ornaron el centenario de la Batalla de Ayacucho, ANTEC: revista peruana de investigación musical de la Universidad Nacional de Música, publica la letra y la música del himno que compusiera Severino Sedó.

Himno Conmemorativo del Centenario de la Batalla de Ayacucho

CORO

En los Andes vibrante resuena
de Alma-América el himno triunfal,
y sus ecos al mundo proclaman
la epopeya de un pueblo inmortal.

I
Salve ¡oh Patria! en el día de gloria
que Ayacucho inmortal te ofrendó,
salve el día de la eterna memoria
que al fin libre, por siempre, te vio!
La epopeya triunfal coronaste
que Bolívar, el grande, soñara,
y dos mundos ya libres dejaste
con tu esfuerzo y heroico valor.

II
Gloria a Sucre y los bravos patriotas
que cual héroes sin tregua lucharon,
generosos su sangre ofrendaron
de Ayacucho en el campo inmortal.
Coronemos de lauros su frente,
que la fama su gloria difunda,
que su sangre no sea infecunda
sino germen de honor y lealtad.

III
Evoquemos los nombres gloriosos
de La Mar, Miller, Lara y Gamarra,
del gran Córdoba y otros famosos
que la historia “inmortales” llamó.
A la lid se lanzaron veloces
cual se lanza al abismo el torrente,
y la gloria besando su frente
de victoria el laurel le ciñó.

IV
Hoy juramos ¡oh Patria! tu gloria,
hoy juramos tu antiguo esplendor;
que otra vez desde Tumbes al Loa
flote altivo el pendón bicolor.
Sé en la América el pueblo que fuiste,
sé ¡oh Perú! de los libres hogar,
y que tu himno los aires hendiendo
vibre siempre grandioso y triunfal.

Somos libres, seámoslo siempre,
y antes niegue sus luces el sol,
que faltemos al voto solemne
que la Patria al Eterno elevó.

Patria!

Dulce Patria querida,
para ti nuestra vida,
para ti nuestro amor.
Que tu hermosa bandera,
flote siempre triunfante,
hoy lo jura altanera
la gran raza gigante
de los hijos del Sol.

Patria!

Dulce Patria querida,
para ti nuestra vida,
para ti nuestro amor.

Referencias

El Peruano. (1950, 16 de noviembre). [Nota sobre cómo Severino Sedó llega a ser maestro de capilla del templo de La Merced].

Medina, P. M. (1924). Ayacucho. Lima, Imprenta Torres Aguirre.

Serván Meza, J. C. (2011, 13 de agosto). “Severino Sedó Gavaldá”. Compuso la Marcha Guadalupana y quedó inmortal para siempre. Dedicada a las promociones del gran colegio nacional. Artistas en el Perú. http://loritos-periquitos.blogspot.com/2011/08/severino-sedo-compuso-la-marcha.html

Valdez Lezama, J. (2012). Colegio Guadalupe, la historia. Lima, Color Exacto SRL.

Anexo
Figura 1
Figura 2

Obra completa

Figura 3